Me apasiona la velocidad, tanto en las competiciones de rallyes como en los negocios.
Como ingeniero informático, encuentro el placer en ver cómo la máquina hace todo el trabajo y yo solo tengo que mirar.
Como consultor de negocios, ver el brillo del empresario cuando siente que es posible llegar a sus sueños, es la segunda mejor recompensa.
Hago que los negocios vayan más rápidos a través de sencillez y tecnología fiable. Nada de volverse loco con embudos que no entienden ni los de la NASA ni con técnicas que solo funcionan de milagro.
Unos me llaman solucionador, otros simplificador.
Mi equipo consigue buenos resultados con negocios que facturan hasta 3 millones al año.
Como ingeniero informático, encuentro el placer en ver cómo la máquina hace todo el trabajo y yo solo tengo que mirar.
Como consultor de negocios, ver el brillo del empresario cuando siente que es posible llegar a sus sueños, es la segunda mejor recompensa.
Hago que los negocios vayan más rápidos a través de sencillez y tecnología fiable. Nada de volverse loco con embudos que no entienden ni los de la NASA ni con técnicas que solo funcionan de milagro.
Unos me llaman solucionador, otros simplificador.
Mi equipo consigue buenos resultados con negocios que facturan hasta 3 millones al año.