Hace unos meses mi socio y yo empezamos a crear NoChurn: Una herramienta de analítica con IA para detectar, entender y reducir el churn de tu SaaS.
Desde el principio, nuestra filosofía ha sido clara: Lanzar lo antes posible, con lo mínimo imprescindible.
Nada de quedarnos en la cueva meses y meses. Si no salir, probar y mejorar.
Pero siempre pasaba algo...
La última vez lo teníamos todo:
➜ Los dashboards listos
➜ Las recomendaciones con IA funcionando
➜ El lanzamiento preparado
Y, justo en la revisión final, lo vimos: Un fallo en el algoritmo que cambiaba todos los cálculos en una casuística concreta.
Que para arreglarlo, había que rehacer gran parte del código.
Y no ha sido una sola vez.
Hemos tenido que afinar el algoritmo muchas veces, creyendo que ya estaba, para luego encontrar otro error.
Error, tras error, tras error. Así durante meses.
De hecho, recuerdo una tarde donde estaba en llamada con mi socio, emocionados por ver qué posts hacer para el lanzamiento, y nos dimos cuenta de que no podíamos lanzar esa semana porque encontramos otro error del que no nos habíamos dado cuenta.
Y en ese momento...
Silencio total.
Mirándonos uno al otro y pensando: “Qué put4da. Qué mi3rda. Otra vez.”
Es frustrante.
Porque lo único que queremos es lanzar cuanto antes.
Pero el tiempo no nos sobra, y nos gustaría dedicarle muchas más horas de las que tenemos.
Es un doble desafío:
➜ Pelear con los imprevistos que van apareciendo
➜ Y pelear con el tiempo para sacar adelante algo que nos importa tanto
La buena noticia es que ahora sí hemos llegado a ese punto:
➜ Donde todo funciona
➜ Donde todo está como debe
➜ Donde ya solo estamos ultimando detalles, hablando con los que serán los beta testers y en poco salirrrr
Te iré diciendo.
¿A ti te ha pasado algo parecido?
Desde el principio, nuestra filosofía ha sido clara: Lanzar lo antes posible, con lo mínimo imprescindible.
Nada de quedarnos en la cueva meses y meses. Si no salir, probar y mejorar.
Pero siempre pasaba algo...
La última vez lo teníamos todo:
➜ Los dashboards listos
➜ Las recomendaciones con IA funcionando
➜ El lanzamiento preparado
Y, justo en la revisión final, lo vimos: Un fallo en el algoritmo que cambiaba todos los cálculos en una casuística concreta.
Que para arreglarlo, había que rehacer gran parte del código.
Y no ha sido una sola vez.
Hemos tenido que afinar el algoritmo muchas veces, creyendo que ya estaba, para luego encontrar otro error.
Error, tras error, tras error. Así durante meses.
De hecho, recuerdo una tarde donde estaba en llamada con mi socio, emocionados por ver qué posts hacer para el lanzamiento, y nos dimos cuenta de que no podíamos lanzar esa semana porque encontramos otro error del que no nos habíamos dado cuenta.
Y en ese momento...
Silencio total.
Mirándonos uno al otro y pensando: “Qué put4da. Qué mi3rda. Otra vez.”
Es frustrante.
Porque lo único que queremos es lanzar cuanto antes.
Pero el tiempo no nos sobra, y nos gustaría dedicarle muchas más horas de las que tenemos.
Es un doble desafío:
➜ Pelear con los imprevistos que van apareciendo
➜ Y pelear con el tiempo para sacar adelante algo que nos importa tanto
La buena noticia es que ahora sí hemos llegado a ese punto:
➜ Donde todo funciona
➜ Donde todo está como debe
➜ Donde ya solo estamos ultimando detalles, hablando con los que serán los beta testers y en poco salirrrr
Te iré diciendo.
¿A ti te ha pasado algo parecido?
