Episodio bochornoso que no querría para tu negocio
Cucha,
Esto que te cuento hay te confieso que me da un pelín de vergüenza.
Pero como sé que te va a valer para tu negocio, pues sigo.
Corría el 84 cuando andaba yo en plena edad del pavo inflorescente.
Además de las hombreras y el flequillo cardado, una servidora era fiel adoradora de Madonna.
Me sabía todas las letras de sus canciones, tenía sus vinilos y además mi habitación estaba empapelada con sus pósters.
Casi seguro que en tus tiempos tenías algún grupo o cantante fetiche, no lo niegues.
Pues el caso es que, en uno de los pósters Madonna llevaba un modelito que me encantaba:
Falda negra, piratas negros debajo, cinturón y cadenas varias a la altura de las cadenas, muy ella en los 80.
Yo quería ser como ella así que un día, ni corta ni perezosa decidí vestirme como en el póster.
Me puse una camisa negra sin mangas, unas mallas negras y un cinturón ancho.
Menos mal que el collar del perro me quedaba pequeño para las caderas, que si no habría caído en el look.
Pero claro, me faltaba la falda negra que lucía Madonna encima de los piratas, y yo no tenía.
Pero mi abuela sí.
Mi abuela, típica viuda manchega con todo el fondo y la superficie de armario de luto.
Y le mangué una falda y me la puse encima de los piratas y debajo del cinturón ancho.
Y mi pavo y yo nos bajamos al pueblo a ver a mis amigas.
Mira, en el momento en el que pisé la plaza, una veintena de caras se giraron hacia mí.
Mis amigas y el grupito de chicos que estaba a la entrada de la plaza por donde hice aparición desencajaron los ojos de los párpados.
Y por lo bajini escuché a uno decir: “la madre que la parió, qué es eso?”
Así que crucé a todo meter la plaza, mirando al suelo para no hacer contacto visual con nadie.
Al llegar donde estaban mis amigas, éstas ya no pudieron aguantarse más y empezaron a desovarse mientras mi cara se iba inyectando en salmorejo.
Creo que es la vez que menos tardé en llegar desde el pueblo a mi casa.
Eso me pasó por querer ser quien no era,
Y por imitar de mala manera.
Y por mangarle ropa a mi abuela.
Pero bueno, aparte de seguir poniéndome roja cuando me acuerdo tampoco hubo más consecuencias aparte del cachondeo que me persigue a partir de ese día.
Ahora bien.
Si tu web es una imitación de otras con los textos refundidos de otras, sí que habrá consecuencias.
Aquí no habrá nadie que te haga ver que lo que llevas te queda como a un santo dos pistolas.
Aquí simplemente entran y se van sin hacer lo que tú quieres.
Así que cuidao con lo que vistes tu web.
Que le funcione a otro no te garantiza que te funcione a ti.
Para vestir tu web con textos que le sienten bien a tu negocio,
AQUÍ.
A pasar buena tarde.
PD.: me sigue gustando Madonna hasta el disco de “Erotica”. A partir de ese, ya declinó para mi gusto.
¿Quién te gustaba?