Mi abuelo no tenía pierna.
Era como el pirata de la canción.
Le llamaban Pata Palo en el pueblo
Me contaba historias de la guerra, cuando yo tenía solo 8 años
Las recuerdo todas
Y ésta es especial...
Mi abuelo era de la quinta del chupete ¿sabes?
Con solo 17 años tuvo que ir,
aunque él no sabía de política.
No tenía idea de por quién luchaba.
Casi al final, tullido y en un campo de prisioneros pensó que era el final.
Cada día un oficial se llevaba a un grupo y nunca volvían.
Mi abuelo pasó noches enteras despierto bajo un manto de estrellas.
Y cada noche pensó que era la última.
Un día pasó...
Un oficial le tomó a él, pero solo a él.
Salieron y el oficial se presentó
Le dijo: - Máximo ¿no te acuerdas de mi? Soy Julio.
Julio resultó ser un amigo de infancia, del que no se acordaba, probablemente por el shock.
Julio le sacó de allí.
Mi abuelo sobrevivió a dos muertes seguras en esa guerra...
Y volvió a casa, para contarme esta historia.
Gracias a Julio, del otro bando.
Es el mejor regalo que me ha dado mi abuelo.
Entendí lo que es una guerra fraticida.
Entendí que tienes que saber dónde está tu enemigo.
Y no mirar a los lados.
Porque el enemigo siempre está arriba.
Estoy muy agradecida por tus historias, gracias
Ahora, si quieres toma las mías y vemos a dónde llegan.
Un abrazo, Monica
Era como el pirata de la canción.
Le llamaban Pata Palo en el pueblo
Me contaba historias de la guerra, cuando yo tenía solo 8 años
Las recuerdo todas
Y ésta es especial...
Mi abuelo era de la quinta del chupete ¿sabes?
Con solo 17 años tuvo que ir,
aunque él no sabía de política.
No tenía idea de por quién luchaba.
Casi al final, tullido y en un campo de prisioneros pensó que era el final.
Cada día un oficial se llevaba a un grupo y nunca volvían.
Mi abuelo pasó noches enteras despierto bajo un manto de estrellas.
Y cada noche pensó que era la última.
Un día pasó...
Un oficial le tomó a él, pero solo a él.
Salieron y el oficial se presentó
Le dijo: - Máximo ¿no te acuerdas de mi? Soy Julio.
Julio resultó ser un amigo de infancia, del que no se acordaba, probablemente por el shock.
Julio le sacó de allí.
Mi abuelo sobrevivió a dos muertes seguras en esa guerra...
Y volvió a casa, para contarme esta historia.
Gracias a Julio, del otro bando.
Es el mejor regalo que me ha dado mi abuelo.
Entendí lo que es una guerra fraticida.
Entendí que tienes que saber dónde está tu enemigo.
Y no mirar a los lados.
Porque el enemigo siempre está arriba.
Estoy muy agradecida por tus historias, gracias
Ahora, si quieres toma las mías y vemos a dónde llegan.
Un abrazo, Monica