Miguel Gomis
Fundador
Hay una trampa muy sutil en el mundo del emprendimiento.
"Pensar en positivo".
Visualiza. Confía. Suelta. Repite afirmaciones.
¿Te suena?
No digo que esté mal. Pero creer que con eso basta para liderar tu negocio, es como pensar que aprenderás a nadar leyendo sobre el mar mientras lo contemplas desde la orilla.
La mentalidad que cambia resultados no es la del “todo irá bien”, sino la del:
No es lo que piensas.
Es lo que haces a pesar de lo que piensas.
La mente no se entrena para que esté feliz con lo que podría conseguir.
Se entrena para que esté lista y sea feliz con lo que tiene.
Con lo que hace.
¿Qué haces tú cuando no te salen las cosas?
¿Qué diálogo interno te mantiene en marcha (o te hunde)?
¿Existe una cadencia en esos pensamientos?
Somos cíclicos en muchas, muchísimas cosas.
Quizá vaya siendo hora de observarnos un poquito más a nosotros mismos.
"Pensar en positivo".
Visualiza. Confía. Suelta. Repite afirmaciones.
¿Te suena?
No digo que esté mal. Pero creer que con eso basta para liderar tu negocio, es como pensar que aprenderás a nadar leyendo sobre el mar mientras lo contemplas desde la orilla.
La mentalidad que cambia resultados no es la del “todo irá bien”, sino la del:
- “Aunque no vaya bien, me joderé y lo haré igual.”
- “Aunque hoy no vea resultados, seguiré porque me gusta y disfruto esto que estoy haciendo.”
- “Cuando me digan que no, sabré a quién no volveré a contarle nada sobre mi emprendimiento.”
No es lo que piensas.
Es lo que haces a pesar de lo que piensas.
La mente no se entrena para que esté feliz con lo que podría conseguir.
Se entrena para que esté lista y sea feliz con lo que tiene.
Con lo que hace.
¿Qué haces tú cuando no te salen las cosas?
¿Qué diálogo interno te mantiene en marcha (o te hunde)?
¿Existe una cadencia en esos pensamientos?
Somos cíclicos en muchas, muchísimas cosas.
Quizá vaya siendo hora de observarnos un poquito más a nosotros mismos.