Cómo planificar tu entrenamiento.

Durante esta semana.

Te daré los puntos clave para que puedas empezar a entrenar.

O por lo menos.

Saber por qué haces las cosas.


Lo primero antes de empezar.

Es tener un plan.

Un objetivo, algo concreto.


Para eso, tienes que responder una serie de preguntas.

De la forma más sincera, no tienes que demostrar nada a nadie, ni nadie te va a juzgar.


Hay tres preguntas esenciales.

1. ¿Cuál es tu objetivo real?

Cada persona tendrá que pensar que es lo que quiere.

De forma generalizada, las personas buscan, perder grasa, ganar masa muscular, tener una mejor salud o en caso de tener alguna limitación, mejorar su calidad de vida.

Ésos son los normales, pero puede tener otros diferentes.

Por ejemplo, correr 10km a 4:30 min/km, enfocado al rendimiento.

Cada persona tiene su porqué, tienes que buscar el tuyo.



2. ¿Cuántos días puedes entrenar a la semana?

Importante.

Sin modificar tu rutina.


Tiene que ser algo real y que puedas cumplir.

Es mejor empezar poco a poco, 2 días a la semana.

Generar ese hábito y cuando te sientas bien, si puedes y quieres añadir otro día.


Es transcendental, muchas personas cuando empiezan se proponen, lo típico, entrenar de lunes a viernes, hora y media todos los días…

El resultado, al tercer día dejan de ir al gimnasio o de entrenar, lo he visto bastante.

¿Por qué? Al proponerse una meta muy elevada, es fácil fallar, y en cuanto fallan, la mayoría de personas abandonan.


Por eso hay que ser realista.

Para una persona que no hace nada, entrenar 2 días a la semana, media hora, ya es mucho.

Hay que ser conscientes de nuestras limitaciones y capacidades.


Y debe estar acorde con la primera pregunta.

Si tu objetivo es correr una maratón y solo puedes entrenar 2 días a la semana, 1 hora por sesión.

No es muy realista y será más complicado.



3. Nivel de fatiga que puedes tolerar.

Aquí entran otros factores y debes tenerlos en cuenta.

No solo el entrenamiento genera fatiga.

Te dejo otros factores que tienes que tener en cuenta.


Dormir mal.


Estrés laboral.


Mala alimentación.


Falta de descanso entre sesiones.


Y tensión emocional, asociado a la vida personal.


Importante.


LA PLANIFICACIÓN SE DEBE AJUSTAR A TU VIDA Y NO AL REVÉS.


Por ejemplo, una persona que trabaja en una oficina, donde tiene mucho trabajo y recibe presión de sus superiores.

Mayor estrés.


Tienes un trabajo donde llegas justo a fin de mes.

Mayor estrés.


Se juntan las dos cosas.

Empiezas a dormir mal.

El estrés se multiplica.


Si además de eso, añades más estrés, queriendo entrenar 5 días a la semana.

El cuerpo te acabará parando.


Así que, primer paso.

Responde a estas preguntas de forma sincera.

Para ver cuál es el punto de partida.

Y cuál es la mejor opción para ti.


El resto de variantes a tener en cuenta.

Las enviaré esta semana, solo a los que estén suscritos a mi diario.

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PD: La tercera pregunta cambia dependiendo de tu situación actual, por eso habrá épocas donde puedas hacer más cosas y otras donde por otros motivos tendrás que bajar el ritmo. Pero no pasa nada, siempre que tengas un plan.
 
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