Eran las cinco de la tarde cuando entré en urgencias,
muerta de miedo.
Mi lado izquierdo no respondía.
Cara, piernas, todo.
Recuerdo que le decía a mi marido:
- tranquilo, estoy bien.
Pero no lo estaba.
Todo comenzó unos meses antes.
Tras mi primer negocio fallido me quedé en la ruina.
Como consecuencia, tuve que entregar mi casa al banco.
No teníamos ni para comer.
Dormía poco y lloraba muchísimo.
Pasaron dos años hasta que pude volver al mundo laboral.
Dos años de CV, entrevistas y silencios.
De sentir que ya no servía para nada.
Y “nada” es lo que obtenía como respuesta.
Silencio.
Mientras mi marido aceptaba cualquier trabajo,
yo estudiaba para que mi cabeza se evadiera.
Estudiar, enviar CV.
Así durante casi 900 días.
Día tras día.
Cuando ya casi no me quedaba fe, sonó el teléfono:
-Nuria, hemos visto tu CV y queremos conocerte.
Me recibió el responsable del departamento.
Y, por primera vez, alguien supo ver más allá de un papel.
Alguien que vio mi historia.
Esa llamada cambió mi vida.
No lo sabía entonces,
pero aquel día, sin darme cuenta,
acababa de empezar todo.
HumanHorizon nacería de ahí.
De todo el sufrimiento y soledad que estaba sintiendo.
Mira,
la vida y las empresas no somos metodologías.
Por lo general debería ser gente feliz.
Pero muchas veces es gente que llora por la noche, en silencio, muerta de miedo.
Son hijos que hay que sacar adelante.
Padres enfermos.
Personas reales.
Empresarios, CEOs, directores, operarios, pintores, administrativos…
Da igual el cargo, la edad o el salario.
Joder… gente con vidas.
Y vidas llenas de gente.
Y gestionar talento, de verdad,
es exactamente eso: la puñetera vida real.
Con sus luces, sus mierdas, sus fallos y su humanidad.
Son emociones, decisiones, datos… y vidas.
Saber gestionar y seleccionar talento tiene un valor incalculable.
Porque es necesario en cualquier negocio.
Y esto siempre va a ser así.
Ignorar eso tiene un precio muy alto,
y se paga, siempre, en la cuenta de resultados.
Hoy más que nunca.
Esa entrada en urgencias fue provocada por el estrés.
Por no saber gestionar las emociones.
Por la falta de confianza.
Por no entender, todavía, de qué va realmente todo esto.
¿Y de qué va todo esto?
Pues de que no inviertas en cosas que, en el futuro, puedan dañar tu cultura, tu reputación o a tu gente.
Invierte en personas que, con el tiempo, fortalezcan tu organización y la mente de quienes la hacen posible.
Este país está lleno, pero lleno, de gente que quiere currar.
Que no te cuenten lo contrario.
Hoy muchos me miran.
Otros me leen.
Algunos me buscan por interés.
Y varios piensan: ¿Qué coño sabrá esta?.
Yo sonrío y pienso: lo que tú digas.
Para todos los demás:
En enero de 2026 contratarme será más caro.
No habrá excepciones.
Si buscas un partner que NO trabaje gratis,
que te dé confianza y seguridad en todo lo que tenga que ver con talento, estrategia o selección…
HumanHorizon te gustará.
Mucho.
www.humanhorizon.es
muerta de miedo.
Mi lado izquierdo no respondía.
Cara, piernas, todo.
Recuerdo que le decía a mi marido:
- tranquilo, estoy bien.
Pero no lo estaba.
Todo comenzó unos meses antes.
Tras mi primer negocio fallido me quedé en la ruina.
Como consecuencia, tuve que entregar mi casa al banco.
No teníamos ni para comer.
Dormía poco y lloraba muchísimo.
Pasaron dos años hasta que pude volver al mundo laboral.
Dos años de CV, entrevistas y silencios.
De sentir que ya no servía para nada.
Y “nada” es lo que obtenía como respuesta.
Silencio.
Mientras mi marido aceptaba cualquier trabajo,
yo estudiaba para que mi cabeza se evadiera.
Estudiar, enviar CV.
Así durante casi 900 días.
Día tras día.
Cuando ya casi no me quedaba fe, sonó el teléfono:
-Nuria, hemos visto tu CV y queremos conocerte.
Me recibió el responsable del departamento.
Y, por primera vez, alguien supo ver más allá de un papel.
Alguien que vio mi historia.
Esa llamada cambió mi vida.
No lo sabía entonces,
pero aquel día, sin darme cuenta,
acababa de empezar todo.
HumanHorizon nacería de ahí.
De todo el sufrimiento y soledad que estaba sintiendo.
Mira,
la vida y las empresas no somos metodologías.
Por lo general debería ser gente feliz.
Pero muchas veces es gente que llora por la noche, en silencio, muerta de miedo.
Son hijos que hay que sacar adelante.
Padres enfermos.
Personas reales.
Empresarios, CEOs, directores, operarios, pintores, administrativos…
Da igual el cargo, la edad o el salario.
Joder… gente con vidas.
Y vidas llenas de gente.
Y gestionar talento, de verdad,
es exactamente eso: la puñetera vida real.
Con sus luces, sus mierdas, sus fallos y su humanidad.
Son emociones, decisiones, datos… y vidas.
Saber gestionar y seleccionar talento tiene un valor incalculable.
Porque es necesario en cualquier negocio.
Y esto siempre va a ser así.
Ignorar eso tiene un precio muy alto,
y se paga, siempre, en la cuenta de resultados.
Hoy más que nunca.
Esa entrada en urgencias fue provocada por el estrés.
Por no saber gestionar las emociones.
Por la falta de confianza.
Por no entender, todavía, de qué va realmente todo esto.
¿Y de qué va todo esto?
Pues de que no inviertas en cosas que, en el futuro, puedan dañar tu cultura, tu reputación o a tu gente.
Invierte en personas que, con el tiempo, fortalezcan tu organización y la mente de quienes la hacen posible.
Este país está lleno, pero lleno, de gente que quiere currar.
Que no te cuenten lo contrario.
Hoy muchos me miran.
Otros me leen.
Algunos me buscan por interés.
Y varios piensan: ¿Qué coño sabrá esta?.
Yo sonrío y pienso: lo que tú digas.
Para todos los demás:
En enero de 2026 contratarme será más caro.
No habrá excepciones.
Si buscas un partner que NO trabaje gratis,
que te dé confianza y seguridad en todo lo que tenga que ver con talento, estrategia o selección…
HumanHorizon te gustará.
Mucho.

HumanHorizon Partners Consultora de Recursos Humanos, Headhunting y Selección de Talento.
Consultoría de RRHH , Selección y Headhunting. La selección de talento es una estrategia que multiplica resultados y potencia el crecimiento. El talento correcto lo cambia todo. No se trata simplemente de contratar, sino de saber a quién buscar para ti atraerlo y conectar para que ambos ganéis...