Carmen Zamudio
Fundador
¿Tú decides o deciden por ti?
Es uno de los principales arrepentimientos de las personas en su lecho de muerte.“No he vivido mi vida, sino la de otros”
Si tienes tu vida soñada eso no te pasará ¿o sí?
A los 35 años yo tenía la vida que siempre había soñado y estuvo a punto de pasarme. Te comparto aquí el método que yo utilizo para que tú decidas y no engrosar la estadística, si no quieres.
El método – (va a página suscripción) -
Como cada mañana en los últimos años, lo primero que hacía al levantarme era mirar mis uñas.
Esa mañana, también, volvían a estar llenas de sangre.
Lo segundo que hacía era mirar mis brazos. Efectivamente, una vez más mis uñas se habían encarnizado con ellos y con mis piernas.
No sabía qué hacer.
Estaba desesperada.
Ya no sabía a qué más médicos consultar.
Cada crema que me ponía empeoraba la situación.
Intentaba quitarme la frustración duchándome, nada más levantarme, con agua fría, para calmar el picor de mi cuerpo.
Luego, me ponía la crema que menos daño me hacía.
Y, como si no pasara nada, me enfundaba mi traje para ir a trabajar como cada día.
El traje cubría perfectamente mis brazos, nadie sabía qué pasaba por debajo. Sólo yo.
Me pasaba el día aguantándome el picor todo lo que podía y cuando no aguantaba más, me iba al baño a ponerme agua fría.
Hacía reuniones, como si nada.
Gestionaba mi familia, como si nada.
¿Qué estaba pasando? ¿Qué más podía hacer? Sentía que no podría aguantar mucho más tiempo así.
Hasta el carácter me estaba cambiando de tanto picor por todo el cuerpo continuamente.
Sentía que no llegaba a todo.
Por muchos esfuerzos que hiciera, sentía que nunca era suficiente. Ya fuera en el trabajo o en casa.
Había seguido el manual de lo que había que hacer en la vida, para ser una persona honesta y tener una vida “de éxito”.
Me encantaba lo que hacía.
Pocas personas me ganaban a tenacidad (cabezonería, diría mi madre

Tenía lo que siempre había soñado: una familia adorable, una empresa propia…
E incluso mucho más: clientes de primer nivel, viajes internacionales…
El camino fácil, y el que muchos recomendaban, era cambiar de vida, dejar mi empresa y así reducir el estrés.
Pero yo sentía que no era por ahí.
Debía haber una manera, sin renunciar.
Lo quería todo, sólo tenía que encontrar la manera de hacerlo.
Aquí te explico el método que me permitió conseguirlo.
Método Teixidora – (accede a página de suscripción)
Porque a veces el problema es lo que hacemos
Pero otras muchas veces es cómo lo hacemos.
Desde dónde lo hacemos.
Para qué lo hacemos.
Si tienes el síndrome de Calimero y piensas que todo te pasa a ti, que no tienes suerte con la vida que te ha tocado vivir y que la culpa es de tu entorno, de la empresa, del trabajo, de la familia…
No sigas leyendo, este método no es para ti, por lo menos de momento

Con el método TEIXIDORA sólo tendrás que responder a 5 preguntas y aprenderás:
- Qué es lo que te hace tomar decisiones que no te convienen
- Cuál es la clave para que te sientas bien y sientas que todo fluye en tu vida.
- Cómo no acabar exhausto al final del día
- Cómo darte cuenta de eso que te está boicoteando para conseguir lo que quieres
- Qué te impide sacar tu máximo potencial
- Cómo desarrollar tu intuición
- La manera de encontrar el equilibrio personal y profesional
- Cómo reducir tu estrés
- Cómo crear impacto positivo en tu vida y en la de las personas que te rodean
Si eres líder no te puedes permitir navegar a la deriva.
Tus decisiones no son sólo importantes para ti, para tu vida, para tu trabajo, sino también para las personas de tu equipo, ya sea profesional o personal.
Si crees que no eres líder porque no lideras una empresa, o un equipo dentro de una empresa, te diré que te equivocas.
Tú lideras la empresa más importante, tu vida.
Así que, si no quieres que otros la lideren por ti, teje tú tu propia vida y crea impacto positivo en ti y en los que te rodean.
Te lo mereces.
Cuando yo empecé a conducir no existía el GPS.
El método TEIXIDORA, desde hace años, es mi GPS.
Tú puedes seguir conduciendo sin él, o utilizarlo para llegar más rápido y mejor donde tú quieras.
Porque lo importante no es sólo llegar, sino cómo llegamos.
Quiero llegar bien – (página de suscripción) –
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Hola compañeros, ¿Me podríais dar vuestra opinión sobre esta página de captación, por favor?