Hola Jaime. He estado revisando tu web y te dejo aquí algunas recomendaciones y cosas que yo retocaría:
Falta una promesa directa en el subtítulo inicial. Aunque hay una buena emoción en el titular, no queda del todo claro qué vas a conseguir exactamente si sigues leyendo. Podría mejorarse con una frase tipo: “Pierde peso, gana energía y haz que esta sea la última vez que empiezas desde cero”.
El plan paso a paso debería estar más arriba. Explicar cómo funciona el método antes de los testimonios y las fotos de las comidas podría aumentar la tasa de conversión. Muchas personas necesitan saber primero si es viable para ellos.
Los beneficios creo que están demasiado diluidos en el texto. Debería haber una sección de bullets muy claros que digan qué consigue el cliente si empieza: más energía, menos ansiedad, pérdida de grasa, aumento de autoestima, etc.
Falta escasez real. El botón dice “rellena el formulario y empieza tu cambio HOY”, pero no hay una razón para actuar hoy y no dentro de una semana. Puedes decir que solo aceptas X personas al mes o que las plazas se cierran en 48h.
No hay objeciones respondidas de forma explícita. Faltaría una sección tipo “Preguntas que seguro te haces” donde se respondan dudas habituales como “¿Y si no tengo tiempo?”, “¿Y si ya lo he intentado todo?”, “¿Esto es solo para jóvenes?”, etc.
El diseño del texto en la parte central donde salen los testimonios y las fotos de los platos, tiene demasiado “descanso visual”. Podría ganar fuerza con titulares intermedios más llamativos o frases que refuercen los resultados.
El sistema de “rellena el formulario y hablamos” puede funcionar, pero si estás mandando tráfico frío desde Facebook o Instagram, tiene varias pegas que te pueden estar frenando sin que te des cuenta.
Primero, pedir una llamada de entrada es pedir demasiado. La gente no te conoce de nada. Ven un anuncio, hacen clic con curiosidad y de repente ya les estás pidiendo rellenar un formulario para agendar una llamada. Muchos salen corriendo porque piensan que les vas a intentar vender algo o simplemente no les apetece hablar con nadie aún. No están listos.
Además, no me queda muy claro qué pasa después de enviar el formulario. ¿La llamada cuánto dura? ¿Es gratis? ¿Hay que decidirse al momento? ¿Me vas a vender algo sí o sí? Si el visitante tiene esas dudas, no lo va a rellenar.
Y por si fuera poco, no les das opción. Es blanco o negro: o fomrulario con llamada o nada. ¿Y qué pasa con toda esa gente que estaría dispuesta a saber más, a conocerte, pero no quiere hablar aún? Los pierdes.
Entonces, ¿qué se puede hacer?
Una buena idea es añadir un paso previo. Algo suave. Una guía, un vídeo, algo que explique qué haces, por qué funciona y qué tiene de distinto tu método. Así captas el lead sin pedir compromiso y puedes calentarlo después con emails o retargeting. Poco a poco, sin empujar.
Y luego, muy importante: deja claro qué pasa después de mandar el formulario. Justo debajo del botón pon algo tipo: “Si veo que puedo ayudarte, te propondré una llamada para contarte cómo funcionaría. Si no, también te lo diré. Sin compromiso, sin presión”. Solo con eso eliminas un montón de miedos silenciosos.
Otra cosa que ayuda mucho es ofrecer una alternativa. Junto al botón principal, añade algo como: “Quiero ver primero cómo funciona”. Y lo llevas a una página con un vídeo, casos reales, una explicación detallada. Así el que aún no está listo para hablar, no se te escapa.
Y ya que estamos afinando: justo debajo del formulario añade una frase que dé confianza, algo tipo “Más de 300 personas han empezado así su cambio”. No hace falta más, pero suma.
Y si alguien rellena el formulario y luego no agenda o no responde, no lo des por perdido. Ahí deberías tener una pequeña secuencia de seguimiento: primero un email confirmando que lo has recibido y explicando brevemente tu enfoque, luego otro con un testimonio de alguien que empezó igual, otro más contando un error común que comete la gente que no actúa y por último un recordatorio final para agendar si aún está interesado. Nada agresivo, pero sí constante.
En resumen: si estás mandando tráfico frío, pedir rellenar un formulario para una llamada directa es como pedir matrimonio en la primera cita. Mejor calienta un poco el ambiente antes. Reduce la fricción, ofrece algo de valor, presenta el formulario como un filtro y no como un compromiso, da una alternativa para el que no quiere hablar aún y sigue en contacto con los que no convierten al primer intento.
Así vas a convertir mucho más. Sin forzar. Sin presionar. Solo dando motivos reales para que quieran seguir.
Por cierto, perdón por el tocho
Si te interesa, en mi web regalo una guía rápida donde explico cómo lograr que los visitantes no se larguen de tu web nada más llegar. Y como no, también te suscribes al email diario.
https://josecabello.net/