Últimamente estoy viendo auténticos desastres en lanzamientos digitales y en webs de gente que se supone que es muy pro, pero sus webs dicen otra cosa.
Proyectos brillantes que, por no cuidar la parte legal, acaban siendo “Chernóbil con patas” o dar la sensación de que acaban de aterrizar en el mundo digital.
Me hace gracia ver la cantidad de gente que presume de tener un negocio digital cuando lo que yo veo es un chiringuito online.
Me explico.
Tener una web sin adaptar correctamente a la normativa no es solo “un papel que te falta” o “un banner de cookies mal puesto”.
Es tener una web que:
Desprecia la seguridad de sus usuarios.
No inspira confianza para dejar un dato o pagar (no eres Amazon, recuerda esto)
Pierde conversiones antes incluso de empezar.
Y ojo: pasa más de lo que crees. Los usuarios escanean las webs más de lo que crees, y sabes rápidamente si es mínimamente fiable o no.
Muchos profesionales empiezan a crecer rápido y dejan el cumplimiento a medio camino. Copian textos legales de otro lado, ponen un check de consentimiento “porque hay que ponerlo” y se olvidan de blindar su negocio de verdad.
Hasta que un día alguien les amenaza, o directamente les denuncia. Y ahí empiezan los sudores fríos, el miedo a las sanciones y el tener que apagar fuegos con prisas.
No tienes que dejarte un pastón en abogados, para eso están mis KITS de plantillas de textos legales, actualizadas y adaptados incluso al Reglamento de IA, que le permite a cualquier web actualizar de manera sencilla su política de privacidad, cookies, cláusulas para chatbots y apartados de transferencias internacionales de datos y cumplir a nivel máximo con el RGPD en sus webs.
Proyectos brillantes que, por no cuidar la parte legal, acaban siendo “Chernóbil con patas” o dar la sensación de que acaban de aterrizar en el mundo digital.
Me hace gracia ver la cantidad de gente que presume de tener un negocio digital cuando lo que yo veo es un chiringuito online.
Me explico.
Tener una web sin adaptar correctamente a la normativa no es solo “un papel que te falta” o “un banner de cookies mal puesto”.
Es tener una web que:
Y ojo: pasa más de lo que crees. Los usuarios escanean las webs más de lo que crees, y sabes rápidamente si es mínimamente fiable o no.
Muchos profesionales empiezan a crecer rápido y dejan el cumplimiento a medio camino. Copian textos legales de otro lado, ponen un check de consentimiento “porque hay que ponerlo” y se olvidan de blindar su negocio de verdad.
Hasta que un día alguien les amenaza, o directamente les denuncia. Y ahí empiezan los sudores fríos, el miedo a las sanciones y el tener que apagar fuegos con prisas.
No tienes que dejarte un pastón en abogados, para eso están mis KITS de plantillas de textos legales, actualizadas y adaptados incluso al Reglamento de IA, que le permite a cualquier web actualizar de manera sencilla su política de privacidad, cookies, cláusulas para chatbots y apartados de transferencias internacionales de datos y cumplir a nivel máximo con el RGPD en sus webs.