Ayer me encontré en Instagram con el reel de una chica que denunciaba abiertamente a una tocaya mía por una formación que según ella, era un truño muy sobrevalorado, si queréis cotillear, luego os dejo el reel de la chica, que ya acumula 214 comentarios y del que han hecho eco varios medios, mi tocaya está jodida de cojones.
El caso, la chica decidió invertir casi 4.000 euros en un curso sobre redes sociales. Su idea era aprender a usar mejor las plataformas para promocionar su agencia de viajes.
Contactó con los responsables del curso —una conocida creadora de contenido y su pareja— a través de una videollamada. En esa conversación le aseguraron resultados rápidos: “Diez mil seguidores en tres meses si subes dos vídeos al día”.
El problema es que tuvo que decidir en ese mismo momento, sin tiempo para reflexionar ni leer con calma las condiciones del contrato. Una vez dentro, se dio cuenta de que las promesas no se cumplían. Las reuniones eran superficiales, el seguimiento escaso y las estrategias no funcionaban. De hecho, cuando empezó a aplicar sus propias ideas, consiguió crecer por su cuenta.
Cuando pidió la devolución del dinero, la respuesta fue negativa: le dijeron que, como había alcanzado los diez mil seguidores (aunque gracias a su propio contenido), no tenía derecho a reembolso.
Estas situaciones se repiten constantemente, compradores frustrados, insatisfechos y que se sienten estafados y vendedores que al margen de la calidad de lo que vendan, si siquiera se preocupan de hacerlo en condiciones, el desastre está servido. Esto me recuerda al entrenador del que hablé en la formación que hice en esta comunidad que fusiló las condiciones de contratación que había desarrollado yo para Isra.
Luego nos quejamos de lo malos que son los clientes...
Así que si eres tú el que vende, asegúrate de crear condiciones de contratación honestas, completas, claras, que se explique claramente qué incluye la formación, si hay garantía de devolución, qué plazos existen para desistir y cómo pueden reclamar. No prometas resultados nunca, no presiones cuando los importes son elevados, el riesgo de reclamaciones es proporcional l al importe pagado.
Y por favor, no le copies las condiciones a Isra, cada negocio necesita un traje legal a medida.
El reel:
El caso, la chica decidió invertir casi 4.000 euros en un curso sobre redes sociales. Su idea era aprender a usar mejor las plataformas para promocionar su agencia de viajes.
Contactó con los responsables del curso —una conocida creadora de contenido y su pareja— a través de una videollamada. En esa conversación le aseguraron resultados rápidos: “Diez mil seguidores en tres meses si subes dos vídeos al día”.
El problema es que tuvo que decidir en ese mismo momento, sin tiempo para reflexionar ni leer con calma las condiciones del contrato. Una vez dentro, se dio cuenta de que las promesas no se cumplían. Las reuniones eran superficiales, el seguimiento escaso y las estrategias no funcionaban. De hecho, cuando empezó a aplicar sus propias ideas, consiguió crecer por su cuenta.
Cuando pidió la devolución del dinero, la respuesta fue negativa: le dijeron que, como había alcanzado los diez mil seguidores (aunque gracias a su propio contenido), no tenía derecho a reembolso.
Estas situaciones se repiten constantemente, compradores frustrados, insatisfechos y que se sienten estafados y vendedores que al margen de la calidad de lo que vendan, si siquiera se preocupan de hacerlo en condiciones, el desastre está servido. Esto me recuerda al entrenador del que hablé en la formación que hice en esta comunidad que fusiló las condiciones de contratación que había desarrollado yo para Isra.
Luego nos quejamos de lo malos que son los clientes...
Así que si eres tú el que vende, asegúrate de crear condiciones de contratación honestas, completas, claras, que se explique claramente qué incluye la formación, si hay garantía de devolución, qué plazos existen para desistir y cómo pueden reclamar. No prometas resultados nunca, no presiones cuando los importes son elevados, el riesgo de reclamaciones es proporcional l al importe pagado.
Y por favor, no le copies las condiciones a Isra, cada negocio necesita un traje legal a medida.
El reel: