Te lo cuento rápido porque no me gustan las presentaciones eternas.
Llevo currando desde los 10 años.
Literalmente.
Mis padres abrieron una tienda de ultramarinos y ahí estaba yo, aprendiendo a vender antes de saber multiplicar.
Desde entonces he sido de todo (como en la del pirata cojo de Sabina):
He pintado coches en talleres.
He pintado lámparas en fábricas.
He conducido y cargado cajas como transportista.
He vigilado coches en parkings.
He sido ayudante de cámara en el cine.
Incluso he hecho bulto como extra en series como Gavilanes o en programas de TV3.
Sí… si te fijas mucho, al fondo, ese soy yo… desenfocado.
Luego me dio por hacerme autónomo.
Fotógrafo de la BBC.
Productor audiovisual que no produjo ni risa.
Monté una empresa de maquinaria de hostelería…
Vamos, que he currado más que el fontanero del Titanic.
He sido un "buscavidas" de manual y emprendedor en serie.
(La forma fina de decir que no sabes estar quieto).
Pero en 2013 me cansé de dar tumbos y decidí inventarme el trabajo ideal.
Lancé un blog: Oficio de escritor.
Y publiqué un libro.
Porque ese fue siempre mi sueño, pero ya se sabe…
“Búscate un trabajo de verdad y escribe como hobby” (sic).
Mi plan era modesto: conseguir 1000 suscriptores en un año.
En la prehistoria de las newsletters, era un objetivo ambicioso.
Pensé: "Con eso voy tirando y ya veremos si funciona".
Entonces escribí un post: 3 errores al escribir que te delatan como novato.
Boom.
Se viralizó.
En una semana tenía 5000 suscriptores.
En una semana pasé de ser el extra del fondo, al protagonista de la película.
Ahí entendí dos cosas:
Si tienes en la cabeza escribir tu libro pero lo llevas demorando demasiado tiempo, conecta conmigo.
No te prometo viralidad mágica.
Pero sí te prometo que sé cómo usar un libro como estrategia de marca personal.
Nos vemos por aquí.
Llevo currando desde los 10 años.
Literalmente.
Mis padres abrieron una tienda de ultramarinos y ahí estaba yo, aprendiendo a vender antes de saber multiplicar.
Desde entonces he sido de todo (como en la del pirata cojo de Sabina):
He pintado coches en talleres.
He pintado lámparas en fábricas.
He conducido y cargado cajas como transportista.
He vigilado coches en parkings.
He sido ayudante de cámara en el cine.
Incluso he hecho bulto como extra en series como Gavilanes o en programas de TV3.
Sí… si te fijas mucho, al fondo, ese soy yo… desenfocado.
Luego me dio por hacerme autónomo.
Fotógrafo de la BBC.
Productor audiovisual que no produjo ni risa.
Monté una empresa de maquinaria de hostelería…
Vamos, que he currado más que el fontanero del Titanic.
He sido un "buscavidas" de manual y emprendedor en serie.
(La forma fina de decir que no sabes estar quieto).
Pero en 2013 me cansé de dar tumbos y decidí inventarme el trabajo ideal.
Lancé un blog: Oficio de escritor.
Y publiqué un libro.
Porque ese fue siempre mi sueño, pero ya se sabe…
“Búscate un trabajo de verdad y escribe como hobby” (sic).
Mi plan era modesto: conseguir 1000 suscriptores en un año.
En la prehistoria de las newsletters, era un objetivo ambicioso.
Pensé: "Con eso voy tirando y ya veremos si funciona".
Entonces escribí un post: 3 errores al escribir que te delatan como novato.
Boom.
Se viralizó.
En una semana tenía 5000 suscriptores.
En una semana pasé de ser el extra del fondo, al protagonista de la película.
Ahí entendí dos cosas:
- El acojonante poder del (buen) copywriting.
- Que un (buen) libro te da una autoridad que no te da ningún otro medio.
Si tienes en la cabeza escribir tu libro pero lo llevas demorando demasiado tiempo, conecta conmigo.
No te prometo viralidad mágica.
Pero sí te prometo que sé cómo usar un libro como estrategia de marca personal.
Nos vemos por aquí.