Lanzo una newsletter semanal para mis clientes: ingenierías, fabricantes de maquinaria y departamentos técnicos de plantas industriales.
No compran por impulso, ni por moda, ni porque un asunto de email los haya “tocado emocionalmente”.
Compran cuando tienen un proyecto encima de la mesa.
Y cuando no lo tienen, pueden pasar meses (o años) sin necesitar nada.
Estoy totalmente de acuerdo con la filosofía de Isra Bravo sobre el poder de las ventas por email.
El problema es que, en mi caso, no tengo un producto que vender cada semana. No hay un curso, un libro, ni un servicio puntual.
Nadie en mi lista va a decir: “Hoy me apetece comprar un cuadro eléctrico.”
Mi estrategia hasta ahora ha sido reforzar la marca: hablar de por qué hacemos las cosas como las hacemos, de criterios técnicos, de decisiones que nos diferencian de la competencia.
Pero claro, no puedo estar hablando cada semana de lo buenos que somos sin aburrir, de forma persuasiva, con una historia…
Y aquí vienen mis dilemas (y mi pregunta para los copywriters de verdad):
· ¿Cómo se puede escribir una newsletter interesante, esperada y memorable para un público técnico que solo compra cuando surge un proyecto, y donde además la decisión final la toma el departamento de compras?
· ¿Qué tipo de contenido mantiene viva la relación sin sonar a “venta encubierta”?
· ¿Historias humanas detrás de la ingeniería?
· ¿Casos reales?
· ¿Reflexiones más amplias sobre cómo pensamos los que diseñamos y automatizamos cosas?
· ¿O hay otro enfoque que os haya funcionado en sectores racionales como el mío?
No compran por impulso, ni por moda, ni porque un asunto de email los haya “tocado emocionalmente”.
Compran cuando tienen un proyecto encima de la mesa.
Y cuando no lo tienen, pueden pasar meses (o años) sin necesitar nada.
Estoy totalmente de acuerdo con la filosofía de Isra Bravo sobre el poder de las ventas por email.
El problema es que, en mi caso, no tengo un producto que vender cada semana. No hay un curso, un libro, ni un servicio puntual.
Nadie en mi lista va a decir: “Hoy me apetece comprar un cuadro eléctrico.”
Mi estrategia hasta ahora ha sido reforzar la marca: hablar de por qué hacemos las cosas como las hacemos, de criterios técnicos, de decisiones que nos diferencian de la competencia.
Pero claro, no puedo estar hablando cada semana de lo buenos que somos sin aburrir, de forma persuasiva, con una historia…
Y aquí vienen mis dilemas (y mi pregunta para los copywriters de verdad):
· ¿Cómo se puede escribir una newsletter interesante, esperada y memorable para un público técnico que solo compra cuando surge un proyecto, y donde además la decisión final la toma el departamento de compras?
· ¿Qué tipo de contenido mantiene viva la relación sin sonar a “venta encubierta”?
· ¿Historias humanas detrás de la ingeniería?
· ¿Casos reales?
· ¿Reflexiones más amplias sobre cómo pensamos los que diseñamos y automatizamos cosas?
· ¿O hay otro enfoque que os haya funcionado en sectores racionales como el mío?