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Hilo con correos de los que escribo todos los días por si a alguno le dan ideas.

Amazon no pudo con él​

Hoy te traigo un ejemplo de cómo lo petas cuando entiendes a tu cliente.

Todo empezó cuando un chaval fue a comprar comida para su perrete.

Hasta ahí todo normal.

Por lo que se ve no lo tuvieron que tratar muy allá.

Me gustaría saber qué le dirían exactamente para que decidiera fundar un e-commerce de productos para perros y gatos.

Antes lo había intentado con uno de joyería, pero no tiraba mucho que digamos.

No sé si era joyero, pero lo que te puedo decir es que ni era veterinario, ni adiestrador, ni nada relacionado con el sector animal.

¿Sabes lo que era?

Una persona que quería a su perro como uno más de la familia.

Se llama Ryan Cohen.

Y fundó una empresa que le hizo la competencia a Amazon.

Si, has leído bien.

Esa empresa se llama Chewy.

Qué ofrecía Chewy a sus clientes que no ofrecía Amazon?

No eran los productos.

No era la agencia de transporte.

Eran los detalles que tenía con sus clientes.

Te pongo un ejemplo:

Cuando un cliente cancelaba el envío recurrente de la comida de su animal por fallecimiento,

Recibía una tarjeta.

Escrita a mano.

Para decirle que sentía mucho su pérdida.

También enviaban flores.

Ahora el empresario conejo pensará, mientras se acerca a su perineo para comerse sus heces (si, amigo, se las comen todos).

"Pero esto es muy caro, es mucho esfuerzo económico enviar tarjetas escritas a mano y flores."

Si, amigo conejo.

Y sin embargo no sólo no tuvo pérdidas sino que en el 2024 facturó 11,86 mil millones de dólares con un 29,2% de margen bruto.

Por qué?

Porque no fingió preocuparse por sus clientes.

Sabía lo que necesitaban y cumplió superando incluso las expectativas.

Lo sabía porque su perro era parte de su familia.

En tu negocio necesitas a alguien que entienda a tu cliente y se lo haga saber.

Puedes seguir probando lo de siempre y ahorrarte un copywriter.

O probar con alguien que escribe textos que venden y cuidan de tus clientes para que lo petes con tu negocio.



A pasar buena tarde


PD.: que no tengo nada en contra de los pobres conejos, pero no trabajaría para uno de ellos.
 

Como consiguieron 34 Millones de visitas en Youtube en 7 días​

Hoy te cuento un anuncio de 2010 con el que me he reído mucho.

Aunque más se rieron los de la agencia de Wieden y Kennedy cuando consiguieron 34 millones de vistas en Youtube en 7 días.

Qué vendían?

Un chulazo que te daban ganas de hacerle un traje de saliva.

El producto que anunciaban era la colonia de Old Spice,

Pero lo que vendían era deseo.

La colonia era de hombre, pero el anuncio comenzaba con el siguiente texto:



“Hola chicas: mirad a vuestro hombre

y ahora miradme a mí.
Y ahora a vuestro hombre,

Y otra vez a mí.”



Qué cabronías!

Primero te genera un deseo salvaje,

Y luego te confronta con tu realidad.

Y encima remata con lo siguiente:



“Lamentablemente él no soy yo,

Pero si deja de usar geles que huelen a chica

Y cambia a Old Spice puede oler como yo.”



El mensaje se dirige a las mujeres, pero en quien cala como el sulfúrico es en ese hombre sentado al lado de su pareja.

Que quiere que lo miren como al chulazo.

Y que su chica le dé más mandanga.



Ni un solo estudio científico,

Ni una comparativa con otra marca,

Ni nombres de moléculas impronunciables.

Fue apelando a la emoción:



“Hombre! Huele como un hombre!”



Con un tío montado a caballo.

Medio en pelotas.

Cambiando de escena, a cuál más surrealista cada segundo.

La campaña reventó todos los números:

Aumento de ventas del 125% en pocos meses.

Old Spice pasó de marca olvidada a culto viral.

Todo por un buen copy (y por Isaiah Mustafa, claro).

Y tu empresa ahí, intentando vender con razones.

En vez de con emociones.

Puedes intentar convencer a tus clientes

o conquistarlos.

Si solo convences, no vendes.

Si conquistas, no te para ni cristofer.



Pasa una buena tarde, o lo que buenamente puedas.

PD: el anuncio lo puedes ver en Youtube pinchando aquí
 

Como consiguieron 34 Millones de visitas en Youtube en 7 días​

Hoy te cuento un anuncio de 2010 con el que me he reído mucho.

Aunque más se rieron los de la agencia de Wieden y Kennedy cuando consiguieron 34 millones de vistas en Youtube en 7 días.

Qué vendían?

Un chulazo que te daban ganas de hacerle un traje de saliva.

El producto que anunciaban era la colonia de Old Spice,

Pero lo que vendían era deseo.

La colonia era de hombre, pero el anuncio comenzaba con el siguiente texto:



“Hola chicas: mirad a vuestro hombre

y ahora miradme a mí.
Y ahora a vuestro hombre,

Y otra vez a mí.”




Qué cabronías!

Primero te genera un deseo salvaje,

Y luego te confronta con tu realidad.

Y encima remata con lo siguiente:



“Lamentablemente él no soy yo,

Pero si deja de usar geles que huelen a chica

Y cambia a Old Spice puede oler como yo.”




El mensaje se dirige a las mujeres, pero en quien cala como el sulfúrico es en ese hombre sentado al lado de su pareja.

Que quiere que lo miren como al chulazo.

Y que su chica le dé más mandanga.



Ni un solo estudio científico,

Ni una comparativa con otra marca,

Ni nombres de moléculas impronunciables.

Fue apelando a la emoción:



“Hombre! Huele como un hombre!”



Con un tío montado a caballo.

Medio en pelotas.

Cambiando de escena, a cuál más surrealista cada segundo.

La campaña reventó todos los números:

Aumento de ventas del 125% en pocos meses.

Old Spice pasó de marca olvidada a culto viral.

Todo por un buen copy (y por Isaiah Mustafa, claro).

Y tu empresa ahí, intentando vender con razones.

En vez de con emociones.

Puedes intentar convencer a tus clientes

o conquistarlos.

Si solo convences, no vendes.

Si conquistas, no te para ni cristofer.



Pasa una buena tarde, o lo que buenamente puedas.

PD: el anuncio lo puedes ver en Youtube pinchando aquí
Hola Salceda, es que nadie ningun hombre quiere verse reflejado con un perdedor. Es de lo mas persuasivo que hay.

Por eso no funcionaba las campañas que apelan a ser mejor, a ser mas responsable como dejar de fumar, o las de accidentes de trafico. Lo que funciona es no ser como ese pededor, ese mindundi.

Buenisima campaña.

Un abrazo.
 
Hola Salceda, es que nadie ningun hombre quiere verse reflejado con un perdedor. Es de lo mas persuasivo que hay.

Por eso no funcionaba las campañas que apelan a ser mejor, a ser mas responsable como dejar de fumar, o las de accidentes de trafico. Lo que funciona es no ser como ese pededor, ese mindundi.

Buenisima campaña.

Un abrazo.
Otro para ti Roberto.
 

El ojaio de este bicho es un ejemplo para tu negocio.​


Te voy a explicar como el ojaio de un bicho puede mejorar tu negocio.

Lo mismo lo has oído nombrar.

Es un bicho de esos que cuesta cero coma cargarte de un pisotón.

Pero ni se te ocurra acercarle el dedo a la popa, porque te vas a acordar toda la vida.

Se trata del escarabajo bombardero.

Es un ejemplo viviente de gu3rra química.

Resulta que dentro de la barriga lleva dos compartimentos (aparte de más cosas, claro).

En cada compartimento lleva una sustancia química que por separado no produce ningún daño.

Pero cuando se juntan, se produce una explosión que alcanza una temperatura que supera los 100ºC. Como una granada.

Es como los cagalindes esos que prenden fuego a sus pedos, pero a diferencia de ellos, el bicho no se inmola.

Y no solo eso, es que lo puede repetir hasta unas 20 veces por segundo.

Que yo me pregunto, quién se dedica a contar los pedos de los escarabajos…

Aunque yo soy la menos indicada para opinar después de 16 años analizando deyecciones de diferentes especies, humm...

Este bicho tiene algo que muchos negocios aún no han conseguido:

una estrategia impredecible por parte de su enemigo y diseñada para ganar tiempo y respeto.

No lo hace con glamour, pero lo hace potente.

A diferencia del escarabajo, conmigo no necesitas incinerar a tu competencia para desarrollar una estrategia potente que genere respeto.

Porque no basta con ser visible.

Hay que ser inolvidable.



Pasa buena tarde con temperaturas amables.
 

La valla y mis gatos: desenlace​


Hace un par de semanas o 5, no sé, te hablé de cómo me había gastado una pasta en una valla para que mis gatos no salieran del jardín.

Y de cómo habían esquivado no sólo la valla de 2 metros de alto,

Sino unas alfombras y concertinas de pinchos de plástico.

Lo resumiré en dos palabras:

Game over.

Para mí.

No sé si vendes productos para gatos en tu negocio, o si los compras.

Si es así esto puede interesarte.

Pero primero te cuento cómo ha terminado esto.

Bueno,

Nos gastamos 80 € en varios cáctus de los que pinchan pero bien (doy fe), para impedir que tomaran impulso desde la base.

Los cactus se los pasaron por el arco del triunfo literalmente y todavía no sé cómo (tengo video).

Aun así, he seguido buscando posibles soluciones, pero lo que pasó anoche me ha convencido de parar.

Anoche, estaba durmiendo en la terraza (ya te contaré en otro correo) y de repente oigo algo que está trepando por la barandilla exterior.

Creta estaba trepando mientras profería maullidos.

Paró a mi lado, calló y escupió algo en la sábana.

Un ratón, ya mórtimer el pobre.

La versión gatuna de la escena de la cabeza del caballo de El Padrino.

La perseverancia está bien, pero frente a esta declaración de poder yo ya me rindo.

No sé si tienes posibles clientes como mi gata (ratones aparte), de esos que persigues y pasan de ti.

Si es el caso, te diré que con mis gatos me rindo pero con tu negocio no.

Los gatos son seres superiores, pero tus clientes sólo necesitan que les soluciones el dolor que tienen.

Y pocas veces es el que crees, porque si no tendrías más clientes de los que puedes abarcar.

Si quieres una valla para tus gatos mejor no me escribas,

Si quieres que te consiga más clientes, si.
 

Pon en práctica ésto y mejorarás la calidad de tus clientes​



Esto que te cuento pasó hace 15 años.

Pero lo que aprendí de ello se puede aplicar hoy mismo.

Cuando empezamos con el laboratorio no teníamos personal.

Lo hacíamos todo entre los socios:

Labor comercial,

Contabilidad,

Analizar las muestras,

Teléfono,

Llamar a la agencia de transportes para que recogieran las muestras, etc.

No nos sobraba tiempo y tampoco nos sobraban los clientes.

Así que si algún veterinario nos llamaba fuera del horario de recogida de la empresa de transportes, nos íbamos nosotros a por la muestra.

Después de cerrar el laboratorio, o a la hora de comer.

Había una veterinaria que llamaba muchas veces pasadas las 7 de la tarde.

Bastante seca, las cosas como son.

Y esa misma veterinaria a menudo llamaba para quejarse por incidencias que a veces eran cosa nuestra.

Pero otras eran por su culpa.

Por ejemplo sacar poca cantidad de muestra.

Al no poder darle todos los resultados porque la máquina daba error por bajo volumen de muestra, se enfadaba mucho y me decía de malas maneras que si esto seguía así se buscaría otro laboratorio.

Hasta que un día ya no consentí más.

Fui a recogerle a la clínica unos tubos que se le había olvidado meter en el sobre del mensajero.

Volví al laboratorio y salí de allí a las 10 de la noche para que al día siguiente pudiera operar al perro sin problemas.

Y no pude darle los resultados porque había poca muestra.

Con mucho miedo la llamé al móvil y se lo dije.

Y por supuesto comenzó a quejarse, que vaya falta de profesionalidad, etc.

Y ahí mi cabeza hizo un click.

La dejé terminar y cuando lo hizo le dije:

XXXX, siento en el alma que no tengas los resultados.

Pero no es justo que me culpes por ello, ya que si no hay suficiente cantidad no puedo inventármela.

Sabes que me dejo la piel por tus pacientes, pero si no entiendes que hay cosas que no están en mi mano, lo mejor es que busques otro laboratorio.

Cuando dejé de intentar agradarla a toda costa, cuando fui honesta y hablé con franqueza, ella cambió.

Me pidió disculpas y hablamos de cómo nos estaba afectando a ambas la presión de nuestro trabajo.

No sólo no se fue a otro sitio. Estuvo con nosotros hasta que vendió la clínica por un burnout galopante.

NO tienes que agradar a todos a costa de tu identidad de marca.

Cuanto antes entiendas que tu servicio no es para todo el mundo, y que eso está bien, mejor irán tus ventas.

Pero claro, necesitas saber para quién sí que es tu servicio.

La mayoría de los negocios piensan que lo saben.

Y así les va.

Cuando quieras averiguar si estás en lo cierto, pincha aquí.

Hablaremos de tu negocio, investigaremos a tus clientes ideales y escribiré textos que harán que te compren sin tener que hacer el pino puente comercial.

Abrazo.
 

Un cachondo el tío​


Hoy me ha contado mi pareja una anécdota que ha leído y que voy a compartir contigo.

Es probablemente la mejor forma para que te recuerden durante años.

Como todo lo genial, es simple y atemporal.

De hecho ocurrió en 1973, cuando yo era un feto retozón.

Imagínate, centro de control de la NASA durante la segunda misión Skylab.

Todos súper concentrados, iniciando la comunicación con los 3 astronautas que estaban en el espacio en ese momento.

3 hombretones.

¿Por qué te especifico que eran hombres?

Para que entiendas la reacción de los controladores en tierra.

  • Control:
    “Skylab, ¿me copian?”
  • Skylab:
    “Buenas tardes, Houston. Aquí Skylab.”
Tras varios segundos de silencio opresivo, Control con una voz tensa responde:

  • “Quien habla??”
Te dejo que lo saborees…

Control pregunta, y sólo por la voz ya sabe que no es ninguno de los 3 astronautas.

¿Es porque eran ingenieros mu avispados?

No.

Es que respondió una mujer.

Ein?

Repito, Control pregunta con voz tensa:

  • “Quién habla?”
Skylab:

  • “Hola Robert. Soy Helen, la esposa de Owen.”
Sólo con imaginarme las caras me estoy desovando, jajaja

Más silencio.

Control:

  • “... ¡¿Qué haces ahí arriba?!”
Skylab:

- “Ah, he venido a traerles algo casero y recién hecho para comer.”

Cuando acabaron de entender que era una broma, se cambiaron de muda y se rieron un buen rato.

Por lo que se ve, el tal Owen era astronauta, ingeniero y un tío muy cachondo.

Y metió de tapadillo una grabadora de casete que había grabado con la voz de su mujer para gastarles una broma inolvidable.

Tanto que 50 años después todavía se comenta en la NASA y alrededores.

Qué necesitó el bueno de Owen?

A alguien que le ayudara con el meikinof,

una grabadora,

y una estrategia.

Vale, si, una cápsula espacial también.

A ti no te hace falta una cápsula espacial para que te recuerden con una sonrisa,

O con cariño, o respeto, o por lo que quieras ser recordado.

Tú pon la marca y soluciona los problemas de tus clientes,

Y yo me encargo de la estrategia para que tu empresa despegue como el Skylab.

Pasa una buena tarde, y alegra esa cara.





PD.: Te aviso que el éxito no es para todos.

P.D.1: Contacta conmigo sólo si no tienes vértigo a volar.
 

La estrategia de la teoría de juegos que genera más ventas​

Cucha,

Hay mucho aguililla que piensa que la gente es tonta y que contando lo que quieren oír le van a llover los billetes.

Este tipo de fauna al final vuela bajo y se estampa porque no conoce la teoría de Juegos.

Esta teoría es un modelo matemático en el que hay dos jugadores y dos alternativas que pueden tomar.

Para que entiendas lo importante que es para tu negocio, te cuento cómo averiguaron la estrategia.

En 1977 se celebró un torneo entre científicos.

El juego de la confianza.

Nada de caballos y lanzas, sólo ordenadores.

14 participantes jugaron entre sí de dos en dos un total de 200 rondas.

Tenían sólo dos posibilidades:

  • O elegían cooperar (confiar)
  • O elegían hacer trampa
¿Cómo quedaban los marcadores según fuera el resultado?

  • Cooperan los dos jugadores: ganan cada uno 2 $
  • Coopera uno y el otro hace trampa: el cooperador pierde 1 $ y el tramposo gana 3 $
  • Hacen trampa ambos: un mojón para los dos, 0 $.
Qué estrategia habrías seguido tú para ganar más dinero y el juego?

El aguililla estándar habrá pensado: "pues hago trampas siempre y así o no gano nada, o me llevo 3 en cada ronda."

Pero no cuenta con la reacción del de enfrente cuando sepa que le han engañado.

Vamos a verlo desde el ángulo contrario:

Estás jugando en la ronda .

Confías y el otro te tanga.

¿Volverías a confiar? Te quedan 199 rondas.

¿Vas a intentar tangarle el resto de la partida porque te engañó?

Complicado, no?

Quieres saber qué hicieron los que más dinero sacaron y quedaron primeros?

Basaron su estrategia en 4 pilares:

  • Amabilidad: cooperaron de entrada.
  • Firmeza: si los engañaron, respondieron engañando en la ronda siguiente.
  • Perdón: después de castigar, volvieron a confiar más veces sin enrocarse en engañar.
  • Fueron claros: desde el principio dejaron claro al contrario cómo actuarían.
Recuerda, es un modelo matemático.

No ganaron por azar, sino por la estrategia que matemáticamente era mejor.

Esto no es un tema espiritual,

Es que aunque te importe un carajo el prójimo, te sale a cuenta no abusar de su confianza.

En tu negocio, como en la vida, tu palabra es lo que más valor tiene.

Si en tu negocio cultivas las 4 reglas de los ganadores pasará lo siguiente:

  • Generarás confianza a largo plazo no sólo entre tus clientes, sino con proveedores y colaboradores.
  • La confianza genera que te vuelvan a comprar o contratar.
  • Tu coste de adquisición del cliente bajará porque te comprará más veces o te recomendará.
Pero si desconfías de la gente por norma o eres un aguililla, te pasará factura personal y económica.

Y me caes mal.



Si eres Águila Real, AQUÍ



A pasar una tarde estupenda
 

Señora de 80 años da lección magistral de marketing a titulados​


Hay una señora de 80 años que sabe más de marketing que la mayoría de directores de departamento.

¿Dónde trabaja?

En la selva.

No en la del mercado, en la selva de verdad.

Se llama Jane Goodall y no estudió marketing, sino a los chimpancés.

Fue en 1960 a Tanzania para estar 6 meses, pero no volvió.

Lo que descubrió allí le impactó tanto que se quedó 60 años más

Y quiso transmitirlo al mundo.

Pero parece que si no tienes un titulillo, tu trabajo no vale igual.

Ella no estaba graduada, y al principio los grandes dinosaurios de las universidades pasaron bastante de sus descubrimientos.

¿Qué hizo ella? ¿Se arrugó?

Le echó unas gónadas de kilo y pico y perseveró.

No gritó, no trató de imponer nada.

Sólo supo contar lo que había averiguado, mediante las historias que fue viviendo.

Y en 1965 fue de las pocas personas que se doctoró sin estar graduada.

Pero eso no tiene importancia.

He conocido a unos cuantos tontos solemnes con doctorado cuando daba clases en la universidad.

Lo que importa es lo que haces y cómo lo comunicas.

Y lo que Jane hizo durante 60 años fue luchar por la conservación de la naturaleza.

Con argumentos, con empatía, con estrategia.

60 años después, su movimiento se extiende por más de 100 países.

Con 80 años, inspira a millones de personas.

Hoy empresas que sólo trabajan con titulados en marketing.

No me parece ni bien ni mal; su casa, sus normas.

Habrá titulados muy buenos, pero a juzgar por lo que veo en las redes y en las webs, no están en las marcas del sector de animales de compañía.

Ni buenos copywriters tampoco, titulados o no.

Vas a necesitar un copywriter si quieres dejar de ser una marca más en el expositor, para conectar con tu audiencia como hizo Jane.

Puedes teclear en Google “copywriter veterinario” e investigar.

O pinchar aquí.



Pasa buena tarde



PD.: si no has oído hablar a Jane Goodall, te estás perdiendo la historia de una de las personas más bondadosas, sabias e inspiradoras de la tierra.
 

Cómo reventar una comida familiar​


No sé si ocurre en otros ámbitos sanitarios, pero los veterinarios somos especialistas en reventar comidas familiares.

Acostumbrados a manipular muestras biológicas, a veces no nos damos cuenta de que los demás no muestran el mismo entusiasmo que nosotros.

Y menos en la comida.

Si no tienes cuidado, puedes hacer que empiecen a odiar ciertos alimentos.

Y a ti.

Es el caso de mi tío José.

Un día, comiendo en casa con mis padres y él estábamos con el postre.

El pobre estaba disfrutando como cochino en barrizal de un yogurt.

Y yo, que era bastante repelente le dije para que viera cuánto aprendía en la carrera:

“Sabías que la primera cepa de lactobacillus para hacer yogur salió de la caca de un bebé?”

Se sacó la cucharilla de la boca, mirándome con los ojos muy abiertos.

Miró el yogurt, lo apartó de sí, volvió a mirarme con asco.

Y nunca más volvió a probar uno.

Desde entonces, cada vez que venía a comer yo tenía prohibidísimo hablar de nada relacionado con la carrera.

Bueno, de nada en general por si las moscas.

En la comunicación de las marcas relacionadas con la salud no son tan brutos como yo en aquella época.

Pero sí que tienden a usar tecnicismos. Palabros.

El lector no entiende los palabros.

Ni piensa que la marca es mejor por usar más, sino que desconecta.

Los palabros crean una barrera entre tus potenciales clientes y tu producto o servicio.

Y eso vende mucho menos porque no te entienden.

Es una de las primeras cosas que les digo a mis clientes cuando comenzamos a trabajar en su comunicación.

Pruébalo.

Cambia los tecnicismos por algo que pueda entender tu sobrino o tu hijo de 12 años.

A pasar buena tarde.

Arriba

PD.: para que te haga los textos de tu web sin postureos técnicos y aumentar las conversiones, arriba.
 

dentro la última moda en deyección digital​


Hoy he visto una de las últimas tendencias que hay en marketing digital.

Y me he tenido que tomar un antiácido para poder digerirla.

Se llama Brainrot italiano.

Lo cual tiene su gracia, porque “rot” en Valencià/Català es “eructo”

Y efectivamente, es un eructo digital.

Parece ser que la gente está saturada de ver cosas en pantallas y ya no responde a estímulos.

Y qué han hecho unos iluminados?

Pues estimular más con vídeos e imágenes de IA absurdas.

Claro, si tu estrategia de marketing no tiene una base sólida y la usas como la drogaína, cada vez necesitarás estímulos mayores.

El problema es que estas deyecciones digitales captan la atención.

Pero no conectan con humanos reales.

La atención no es conexión.

Vuelve a leerlo porque es el chicle del chupachups.
Y huele a desesperación para que te hagan casito.

En fin, que si lo que quieres es que te recuerden por tu contribución a sus vidas y no por ser el gilipollas de los anuncios absurdos, el braineructo no es para ti.

La Brainfluencia, sí.



PD.: Brainfluence es un pedazo de libro de neuromarketing.
 

Algo que casi nadie te dice cuando empiezas con tu negocio​


A mi no me lo dijo nadie, desde luego.

Y es algo que al final acaba con quien lo dirige si no le presta atención.

Y en el programa de incubación para startups en el que participé con Ainimalia se tocó de refilón.

Es cómo va a afectar a tu salud mental el tener que enfrentarte:

  • a la incertidumbre,
  • a la toma de decisiones como qué personal seleccionar y cuándo.
  • a cual es la línea entre la persistencia y la cabezonería estéril.
Si volviera a empezar con una empresa, tengo muy claras dos cosas:

PRIMERA:
Lo haría sin socios.

SEGUNDA:
Empezaría a delegar las cosas que me quitan tiempo en lo que se me da bien para monetizar.

Esto último puede no ser imprescindible,

Pero es la diferencia entre 2 situaciones futuras muy distintas:

a) tener un autoempleo que te da para vivir.

b) liderar un negocio que te de beneficios y además tiempo de calidad fuera de él.

Para la b) no vale cualquiera. Hay que saber reconocer a la gente adecuada.

Esa que no tienes que andar vigilando a ver si hace las cosas como toca.

La que te saca el trabajo en vez de darte más.

Y una vez que te encuentras con esa gente, hay que cuidarla.

Y eso no se refiere solo a pagar lo que vale su servicio.

Se refiere a tener los redaños de confiar en su trabajo aunque tú no lo harías así.

Para empezar a tener más beneficios, hay que vender más o subir el precio.

O bajar el coste de producción, pero muchas veces va ligado a bajadas en la calidad de alguno de los procesos.

Esa fue una de las razones por las que me fui de una empresa de la que fui CEO durante 16 años.

En mi filosofía de vida y trabajo no cabe bajar la calidad para tener más beneficios.

Y cuando en la de tu socio sí que cabe y además lo hace a tus espaldas, es el momento de irse.

Ahora trabajo para mí.

Y para empresarios con agallas, de los que mejoran su negocio confiando en el saber hacer de otros.

Si estás en este grupo, podemos hacer cosas de las que te sentirás orgulloso.

Si no, prepara el pañuelo que ahora en septiembre viene el trimestre de impuestos.

A pasar buena tarde de finales de agosto.
 
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