Ver para creer.
¡Cómo están las cabezas!
Hola Luis,
mira, yo te sigo desde hace unos años (dos?, tres?).
Y la verdad es que siempre me parecieron interesante tus contenidos. Después me hice parte de la comunidad en el Telegram... interactuamos un par de veces. Y aunque no siempre estuvimos de acuerdo, siempre me pareciste muy inteligente y respetuoso. Además, más de una vez estuvimos "en el mismo lado" de ciertas discusiones tóxicas que se dieron en el grupo, y esto afianzó este lazo unidireccional que creé contigo.
Luego dejé el chat, porque bueno... el ruido era demasiado. Y los que aportaban comentarios interesantes quedaban casi siempre muy metidos en medio del bullicio. Además que ciertas discusiones recurrentes terminaron por aburrirme. En las últimas semanas (que estuve en el grupo), pasaba más tiempo tratando de filtrar la información que me interesaba, que leyéndola.
Pero seguí suscrito a tu lista.
Para mi última NOX, usé tu cupón de descuento. Cuando hablaste de unas pelotas (handbrok?), las compré. Cuando recomendaste los Samo, los probé.
En fin, que podrías decir que me tenías fidelizado.
Y así me inscribí en tu lista prioritaria.
Pero estaba indeciso.
Me parece interesante tu propuesta, y sigo pensando que eres un tipo con un recorrido muy interesante, y con una buena propuesta dentro del deporte que amamos.
Decidí consultarlo con la almohada. Me dí un par de días. Porque bueno, 8€ al mes siguen siendo 8€ al mes, y trataba de buscar razones para convencerme de los beneficios que un grupo gestionado desde España podría significarme, a mi, viviendo en Bélgica.
Lo que me motivaba a seguir era pensar: "a ver... a Luis lo siento cercano. Me gustan sus puntos de vista, y cuando estoy en desacuerdo no me siento atacado por las diferencias. Al contrario, aprendo de ellas. Me induce a pensar. Así que seguro que encuentro algo que me beneficie".
¿Pero sabes que pasó?
Mencionaste a Isra Bravo como uno de tus mentores.
Pues, bueno, Luis.
Ahí se acabó el amor.
¿Isra Bravo? Claro que ya lo conocía, y tenía ciertos prejuicios... así que en plan: "a ver Fabián, por ahí te equivocas con ese tipo", me puse a ver este video en el que lo entrevistan
Y, oh boy!, no debí hacerlo.
¡Qué increíble la capacidad que tiene él (y el entrevistador) para simplificar las complejidades de la sociedad y cuánta desfachatez para lanzar disparates sin ningún tipo de honestidad intelectual o asidero en la realidad!
Vamos que es ofensivo lo que dicen "de los artistas", "de las mujeres", de los que piensan diferentes. Así, metiéndoles a todos en diferentes sacos. Siendo ellos, básicamente, los únicos que entienden el mundo.
¡Vaya, si eso es ser inteligente, dejadme morir en la ignorancia!
Y ese tipo es uno de tus mentores. ¡Qué decepción!
En fin, yo no se lo que harás con mis palabras.
No hay mucho que yo pretenda escribiéndotelas.
Más que despedirme de tu proyecto, porque lo sentí muy cercano a mí, durante años en los que fui parte de él.
Te voy a extrañar.
Y aunque estoy en completo desacuerdo con darle plataformas a tipos tóxicos como Isra Bravo, que es lo que haces cuando lo mencionas como mentor, te deseo mucho éxito con tu proyecto.
Por lo que creo que eres.
Y te deseo, de todo corazón, que logres encontrar motivación, inspiración y aprendizaje en mucho mejores maestros.
Un abrazo a la distancia.
Respetuosamente,
xxxx
¡Cómo están las cabezas!
Hola Luis,
mira, yo te sigo desde hace unos años (dos?, tres?).
Y la verdad es que siempre me parecieron interesante tus contenidos. Después me hice parte de la comunidad en el Telegram... interactuamos un par de veces. Y aunque no siempre estuvimos de acuerdo, siempre me pareciste muy inteligente y respetuoso. Además, más de una vez estuvimos "en el mismo lado" de ciertas discusiones tóxicas que se dieron en el grupo, y esto afianzó este lazo unidireccional que creé contigo.
Luego dejé el chat, porque bueno... el ruido era demasiado. Y los que aportaban comentarios interesantes quedaban casi siempre muy metidos en medio del bullicio. Además que ciertas discusiones recurrentes terminaron por aburrirme. En las últimas semanas (que estuve en el grupo), pasaba más tiempo tratando de filtrar la información que me interesaba, que leyéndola.
Pero seguí suscrito a tu lista.
Para mi última NOX, usé tu cupón de descuento. Cuando hablaste de unas pelotas (handbrok?), las compré. Cuando recomendaste los Samo, los probé.
En fin, que podrías decir que me tenías fidelizado.
Y así me inscribí en tu lista prioritaria.
Pero estaba indeciso.
Me parece interesante tu propuesta, y sigo pensando que eres un tipo con un recorrido muy interesante, y con una buena propuesta dentro del deporte que amamos.
Decidí consultarlo con la almohada. Me dí un par de días. Porque bueno, 8€ al mes siguen siendo 8€ al mes, y trataba de buscar razones para convencerme de los beneficios que un grupo gestionado desde España podría significarme, a mi, viviendo en Bélgica.
Lo que me motivaba a seguir era pensar: "a ver... a Luis lo siento cercano. Me gustan sus puntos de vista, y cuando estoy en desacuerdo no me siento atacado por las diferencias. Al contrario, aprendo de ellas. Me induce a pensar. Así que seguro que encuentro algo que me beneficie".
¿Pero sabes que pasó?
Mencionaste a Isra Bravo como uno de tus mentores.
Pues, bueno, Luis.
Ahí se acabó el amor.
¿Isra Bravo? Claro que ya lo conocía, y tenía ciertos prejuicios... así que en plan: "a ver Fabián, por ahí te equivocas con ese tipo", me puse a ver este video en el que lo entrevistan
Y, oh boy!, no debí hacerlo.
¡Qué increíble la capacidad que tiene él (y el entrevistador) para simplificar las complejidades de la sociedad y cuánta desfachatez para lanzar disparates sin ningún tipo de honestidad intelectual o asidero en la realidad!
Vamos que es ofensivo lo que dicen "de los artistas", "de las mujeres", de los que piensan diferentes. Así, metiéndoles a todos en diferentes sacos. Siendo ellos, básicamente, los únicos que entienden el mundo.
¡Vaya, si eso es ser inteligente, dejadme morir en la ignorancia!
Y ese tipo es uno de tus mentores. ¡Qué decepción!
En fin, yo no se lo que harás con mis palabras.
No hay mucho que yo pretenda escribiéndotelas.
Más que despedirme de tu proyecto, porque lo sentí muy cercano a mí, durante años en los que fui parte de él.
Te voy a extrañar.
Y aunque estoy en completo desacuerdo con darle plataformas a tipos tóxicos como Isra Bravo, que es lo que haces cuando lo mencionas como mentor, te deseo mucho éxito con tu proyecto.
Por lo que creo que eres.
Y te deseo, de todo corazón, que logres encontrar motivación, inspiración y aprendizaje en mucho mejores maestros.
Un abrazo a la distancia.
Respetuosamente,
xxxx