Llega un momento en el que el problema deja de ser no saber qué hacer.
Has leído, has probado, has ajustado, has pensado.
Tienes más información que nunca, y aun así, avanzar empieza a sentirse pesado antes incluso de empezar.
Desde fuera puede parecer dispersión.
Desde dentro se vive como saturación.
No es confusión.
Es acumulación.
Años de sostener esfuerzo, atención, tensión interna.
Años de empujar decisiones desde la cabeza mientras el cuerpo va quedándose atrás.
Por eso pensar más no ayuda.
A veces empeora la sensación de bloqueo.
No porque no seas capaz.
Sino porque el sistema ya no puede sostener el mismo modo de funcionamiento.
Aquí es donde muchas explicaciones habituales fallan.
Se habla de foco, de disciplina, de prioridades, pero casi nunca se habla de la capacidad real de sostener microacciones sin entrar en resistencia.
Cuando esa capacidad se reduce, cualquier siguiente paso se vuelve grande.
No por su tamaño, sino por el estado desde el que intentas darlo.
No hay una conclusión cerrada aquí.
Sólo la impresión de que muchos bloqueos actuales no tienen que ver con ideas equivocadas, sino con sistemas internos agotados de operar siempre en modo empuje.
A veces no falta una estrategia nueva.
Falta otro punto desde el que moverte.
Has leído, has probado, has ajustado, has pensado.
Tienes más información que nunca, y aun así, avanzar empieza a sentirse pesado antes incluso de empezar.
Desde fuera puede parecer dispersión.
Desde dentro se vive como saturación.
No es confusión.
Es acumulación.
Años de sostener esfuerzo, atención, tensión interna.
Años de empujar decisiones desde la cabeza mientras el cuerpo va quedándose atrás.
Por eso pensar más no ayuda.
A veces empeora la sensación de bloqueo.
No porque no seas capaz.
Sino porque el sistema ya no puede sostener el mismo modo de funcionamiento.
Aquí es donde muchas explicaciones habituales fallan.
Se habla de foco, de disciplina, de prioridades, pero casi nunca se habla de la capacidad real de sostener microacciones sin entrar en resistencia.
Cuando esa capacidad se reduce, cualquier siguiente paso se vuelve grande.
No por su tamaño, sino por el estado desde el que intentas darlo.
No hay una conclusión cerrada aquí.
Sólo la impresión de que muchos bloqueos actuales no tienen que ver con ideas equivocadas, sino con sistemas internos agotados de operar siempre en modo empuje.
A veces no falta una estrategia nueva.
Falta otro punto desde el que moverte.