Esta pregunta va para Isra o cualquiera que me pueda dar un tip sobre audio podcast.
Estoy pensando en crear un podcast para atraer suscriptores a mi lista de correos.
Me gustaría saber de primera tinta, qué tal le está yendo a Isra o a cualquier otra persona que use podcast (en Spotify, Ivoox, Apple). Cosas del estilo, cuántos suscriptores nuevos te entran o te conocen gracias a eso, cuánta gente te está reproduciendo allí.
Por saberlo y considerarlo como parte de la estrategia de captación.
Aunque si lo sigues haciendo cada domingo, es por algo, pero por aterrizarlo con cifras.
Abrazo.
Tomás.
Tomás,
Ya hablamos en su día de ir de invitado a tu podcast… pero no pasé el casting. Cagon tó! Tenía que haberme puesto escote.
En fin, después de llorar todo junio y julio, gracias a un psicólogo excelente he recuperado la salud mental.
Ahora ya no quiero ir a tu podcast. Bueno… sí quiero, claro que quiero y eso que intento no transmitir necesidad aunque me lo paso teta en los podcasts. Para qué negarlo.
Pero como ya no lo haces, pues no nos encontramos.
Cuando voy a un podcast, intento aportar algo más que información técnica y resultados. Entro en el terreno de emociones, diversión y esas cosas que, al final, son las que le dan sentido a la vida. Para cifras, ya tienes invitados mucho más cualificados que yo.
Yo voy más por la vía de ponerle humor y humanidad a temas que para otros son más serios: tomar decisiones para casarse, organizar un evento… pero también la parte mental y psicológica de los novios (y sobre todo las novias) cuando les queda un año para el gran día.
Porque, aunque hoy haya mil Excel, Drives y apps de bodas, una boda es todo lo contrario a un evento tecnológico.
Y, por mucho que avance la IA, las emociones no pasan bien por un embudo ni por un Airtable.
Se pueden simular, sí, pero cada emoción depende del momento, del tono, de la mirada, del cuerpo, de lo que pasó un segundo antes y un segundo después. Y eso, de momento, ni ChatGPT ni ningún algoritmo lo maneja igual que un ser humano.
El sector de las bodas y los eventos seguirá siendo un reducto de humanidad pura: casarse, empezar una familia, emocionarse… Y por mucho que lleguen los robots-niños (que llegarán), siempre habrá quien quiera un niño de verdad.
En resumen: si algún día vuelves a sacar el podcast del cajón, avísame.
Prometo risas, emociones… y algún que otro dato técnico... pero sin pasarnos.
Un fuerte abrazo,
José