No busco el halago con este email, que me debilita...

ID_2542

Fundador
¡Hola!

Os comparto este email que sale hoy para mi lista.

No busco el halago ni la crítica (como dice Isra), simplemente os lo copio por aquí porque me he echado unas buenas risas escribiéndolo y por si alguno se siente identificado con la historia, jeje.

Abrazos.

***

Ayer fui al Mercadona y aquello parecía The Walking Dead.

Me faltaban el sombrero y la escopeta de caza para ser Rick Grimes, porque la cantidad de zombis que pululaban por allí no era normal.

Hordas y hordas arrasando estanterías y vitrinas de congelados, sin importar lo que introducían en sus cestas.

Manos que agarraban un mismo producto a la vez y que tiraban con fuerza hasta hacerse con él, ya fuera el preciado botín un pepino o una berenjena.

Carros que no cabían por los pasillos, que realizaban maniobras peligrosas a riesgo de llevarse por delante a niños u octogenarios.

Incluso los más bravos pelaban bananas en el acto y tiraban la cáscara al suelo para que el de atrás quedase rezagado.

Exagero pero no tanto.

Y ahí estaba yo, en esa escena apocalíptica prevista de antemano, dado que para entrar al parquin había una fila de 12 coches esperando.

Me recordó a la época del covid, donde los zombis arrasaban con todo a su paso, agotando cualquier existencia y llenando su casa de papel higiénico.

Alguno la tuvo que empapelar.

Pues esto no era covid, pero era el día después de Semana Santa.

Y se conoce que la gente se ha puesto tibia a comer en estos días festivos, porque no dejaban libres ni los caquis esos naranjas que parecen de adorno.

Todo estaba vacío salvo una cosa que llamó poderosamente mi atención.

La piña natural a rodajas.

Esa estantería estaba llena de botes de plástico con su piña dentro.

Me acerqué, presa de la curiosidad, esquivando una peligrosa cáscara de banana.

Todos los botes llevaban una pegatina amarilla que decía: "Precio rebajado por fecha de caducidad próxima".

Lo primero que pensé es que caducaría en el día y que nadie la estaba cogiendo porque a ver quién es el zombi guapo que se mete ese tarro de piña en un solo día.

Pero no.

La razón es que la fecha de caducidad no estaba por ningún lado. Ver tapa, decía. Pero allí no había ninguna fecha.

Después de girar el tarro 14 veces para encontrarla y desesperado por conocer cuándo caducaba ese olvidado alimento, procedí a arrancarle la pegatina amarilla y...

Efectivamente. Allí estaba la fecha. 3 días para consumirla.

Querido reponedor y vendedor de piñas:

No me jodas. ¿Pones una etiqueta de caducidad próxima y tapas la fecha con la propia pegatina?

Eso no se lo puedes hacer a un zombi. Con razón estaba toda la estantería llena de botes.

¿Quién se va a poner a despegar pegatinas, perdiendo un tiempo valiosísimo, a riesgo de quedarse sin arándanos o mandarinas?

Pues yo, que fue lo único que pude llevarme al carro.

Eso y la enseñanza de que para conseguir ventas tienes que poner las cosas fáciles.

Piensa en tu cliente y facilítale los pasos hasta tu producto o servicio. Hazlo siempre lo más sencillo que puedas.

Hablando de sencillez...

Este manual de copywriting te enseña a no complicarte la vida y a vender de forma sencilla.

Que pases un buen día.

Jon Ibero.

PD: Tengo los labios escocidos de tanta piña que me comí anoche.

PD 2: Si lo que te escuece a ti es que no vendes porque no sabes contar en palabras de qué va tu negocio, te interesa hacer clic en el enlace de arriba.
 
¡Hola!

Os comparto este email que sale hoy para mi lista.

No busco el halago ni la crítica (como dice Isra), simplemente os lo copio por aquí porque me he echado unas buenas risas escribiéndolo y por si alguno se siente identificado con la historia, jeje.

Abrazos.

***

Ayer fui al Mercadona y aquello parecía The Walking Dead.

Me faltaban el sombrero y la escopeta de caza para ser Rick Grimes, porque la cantidad de zombis que pululaban por allí no era normal.

Hordas y hordas arrasando estanterías y vitrinas de congelados, sin importar lo que introducían en sus cestas.

Manos que agarraban un mismo producto a la vez y que tiraban con fuerza hasta hacerse con él, ya fuera el preciado botín un pepino o una berenjena.

Carros que no cabían por los pasillos, que realizaban maniobras peligrosas a riesgo de llevarse por delante a niños u octogenarios.

Incluso los más bravos pelaban bananas en el acto y tiraban la cáscara al suelo para que el de atrás quedase rezagado.

Exagero pero no tanto.

Y ahí estaba yo, en esa escena apocalíptica prevista de antemano, dado que para entrar al parquin había una fila de 12 coches esperando.

Me recordó a la época del covid, donde los zombis arrasaban con todo a su paso, agotando cualquier existencia y llenando su casa de papel higiénico.

Alguno la tuvo que empapelar.

Pues esto no era covid, pero era el día después de Semana Santa.

Y se conoce que la gente se ha puesto tibia a comer en estos días festivos, porque no dejaban libres ni los caquis esos naranjas que parecen de adorno.

Todo estaba vacío salvo una cosa que llamó poderosamente mi atención.

La piña natural a rodajas.

Esa estantería estaba llena de botes de plástico con su piña dentro.

Me acerqué, presa de la curiosidad, esquivando una peligrosa cáscara de banana.

Todos los botes llevaban una pegatina amarilla que decía: "Precio rebajado por fecha de caducidad próxima".

Lo primero que pensé es que caducaría en el día y que nadie la estaba cogiendo porque a ver quién es el zombi guapo que se mete ese tarro de piña en un solo día.

Pero no.

La razón es que la fecha de caducidad no estaba por ningún lado. Ver tapa, decía. Pero allí no había ninguna fecha.

Después de girar el tarro 14 veces para encontrarla y desesperado por conocer cuándo caducaba ese olvidado alimento, procedí a arrancarle la pegatina amarilla y...

Efectivamente. Allí estaba la fecha. 3 días para consumirla.

Querido reponedor y vendedor de piñas:

No me jodas. ¿Pones una etiqueta de caducidad próxima y tapas la fecha con la propia pegatina?

Eso no se lo puedes hacer a un zombi. Con razón estaba toda la estantería llena de botes.

¿Quién se va a poner a despegar pegatinas, perdiendo un tiempo valiosísimo, a riesgo de quedarse sin arándanos o mandarinas?

Pues yo, que fue lo único que pude llevarme al carro.

Eso y la enseñanza de que para conseguir ventas tienes que poner las cosas fáciles.

Piensa en tu cliente y facilítale los pasos hasta tu producto o servicio. Hazlo siempre lo más sencillo que puedas.

Hablando de sencillez...

Este manual de copywriting te enseña a no complicarte la vida y a vender de forma sencilla.

Que pases un buen día.

Jon Ibero.

PD: Tengo los labios escocidos de tanta piña que me comí anoche.

PD 2: Si lo que te escuece a ti es que no vendes porque no sabes contar en palabras de qué va tu negocio, te interesa hacer clic en el enlace de arriba.
 
li te ral.

Yo me di cuenta de ese caos también, de hecho escuche a dos dependientas del super decir eso mismo

que parecían zombis en estampida.

muy bueno el email.

supongo que me gusta porque he vivido lo mismo el martes
 
jajaja, cuántas veces habré hecho cosas similares con mi trabajo sin darnos cuenta. Talvez allí estaba la respuesta a la poca venta. Muy bueno!
 
[quote quote=6298]Talvez allí estaba la respuesta a la poca venta.[/quote]

Seguro que sí. A veces les complicamos la vida sin sentido a los clientes...

Gracias, un abrazo Ivan.
 
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