Muy buenas Nuria,
La clave está en el desde donde lo dices.
Isra no se mete con los flojos desde la superioridad, sino desde una mezcla de humor, verdad incómoda y empatía feroz. Él fue uno de ellos, se reconoce en ellos y por eso cuando dispara no hiere, sacude.
Tú puedes hacer lo mismo. Tus chicas pueden haber desayuno tostadas, pero si se sienten vistas y retadas (y no juzgadas con desprecio), te lo van a agradecer. Porque no las estás atacando, les estás recordando lo que quieren ser.
Y ahí creo que está el truco: no critiques a las personas, critica el comportamiento que ya no encaja con su identidad deseada.
Un ejemplo: no eres una mujer cualquiera, así que no desayunes como cualquiera.
Ahí no dices “eres floja”, sino “sé que no lo eres, así que no actúes como tal”.
Y si usas humor, contraste, verdades brutales, combinadas con una admiración y empatía por tu audiencia, puedes provocar sin perderlas. Al contrario, las fidelizas.
Ellas no te pagan para que las protejas ni les digas cosas bonitas. Te pagan para que las despiertes y reaccionen.
Espero que te sirva.
Un abrazo,
Ana
La clave está en el desde donde lo dices.
Isra no se mete con los flojos desde la superioridad, sino desde una mezcla de humor, verdad incómoda y empatía feroz. Él fue uno de ellos, se reconoce en ellos y por eso cuando dispara no hiere, sacude.
Tú puedes hacer lo mismo. Tus chicas pueden haber desayuno tostadas, pero si se sienten vistas y retadas (y no juzgadas con desprecio), te lo van a agradecer. Porque no las estás atacando, les estás recordando lo que quieren ser.
Y ahí creo que está el truco: no critiques a las personas, critica el comportamiento que ya no encaja con su identidad deseada.
Un ejemplo: no eres una mujer cualquiera, así que no desayunes como cualquiera.
Ahí no dices “eres floja”, sino “sé que no lo eres, así que no actúes como tal”.
Y si usas humor, contraste, verdades brutales, combinadas con una admiración y empatía por tu audiencia, puedes provocar sin perderlas. Al contrario, las fidelizas.
Ellas no te pagan para que las protejas ni les digas cosas bonitas. Te pagan para que las despiertes y reaccionen.
Espero que te sirva.
Un abrazo,
Ana