Soy Gloria, Glo. Y pienso muy fuertemente que ser normal está mal. Está mal porque se lo han cargado.
Después de casi 20 años en marketing, ventas y estrategia decidí parar. Bueno, primero lo decidió mi cuerpo y luego mi cabeza, que iban así como por libre, a su puta bola, vaya.
Tres hijos, un buen puesto [lo que sea que sea eso] y una voz interna que me chillaba como le puedes chillar a la tele o a una pantalla de cine cuando el prota de una peli de terror se va a meter por el camino chungo, en plan,: "noooo, por ahí no, joder, no, no, nononononono... la has cagao".
Así que renuncié hace 8 meses y fui a descubrir quién soy y qué quiero.
Desde entonces he tenido la suerte de poder acompañar a emprendedores y empresas a encontrar claridad en lo que hacen, estructurar su valor y contar su historia de forma que conecte. Y a llenar todo esto de su personalidad, ser más auténticos en la faceta profesional, que de mierdas fake y cosas vacías estamos rodeados.
Ayudo a transformar caos en foco y a verbalizar lo que muchas personas aún no saben como contar. Y a quitar miedos, que no ayudan a nada. A ver, esto es mucho más fácil hacerlo para otros que hacerlo para uno mismo. Eso é asín.
¿Dónde me va a llevar todo esto? No tengo ni puta idea. Pero se que estoy donde quiero estar.
Con muchas ganas de aprender, sumar herramientas que me ayuden a ayudar mejor. No, soy coach, no tengo claro qué es eso y, en cualquier caso, no creo que pudiera hacerlo [que me han dicho que ahí no puedes dar tu opinión...]
Todos los que estamos aquí entiendo que no tenemos ninguna intención de ser normales. Queremos crear cosas, crecer y evolucionar en nuestros propios términos.
La revolución puede empezar por decir que no te pones más corbata para ir a currar, o por soltar una palabrota buena en una reunión [demasiadas pocas decimos para como está el mundo] o dar un giro radical.
Y a mi me gustaría ayudar a empezar un millón de revoluciones.
Ganas infinitas de aprender de ti, de Isra y del equipo y feliz de tomar un te [no me he tomado un café in my life] o una caña [si me esfuerzo, una Guiness también] virtual o física contigo cuando quieras.
Buena semana.
Después de casi 20 años en marketing, ventas y estrategia decidí parar. Bueno, primero lo decidió mi cuerpo y luego mi cabeza, que iban así como por libre, a su puta bola, vaya.
Tres hijos, un buen puesto [lo que sea que sea eso] y una voz interna que me chillaba como le puedes chillar a la tele o a una pantalla de cine cuando el prota de una peli de terror se va a meter por el camino chungo, en plan,: "noooo, por ahí no, joder, no, no, nononononono... la has cagao".
Así que renuncié hace 8 meses y fui a descubrir quién soy y qué quiero.
Desde entonces he tenido la suerte de poder acompañar a emprendedores y empresas a encontrar claridad en lo que hacen, estructurar su valor y contar su historia de forma que conecte. Y a llenar todo esto de su personalidad, ser más auténticos en la faceta profesional, que de mierdas fake y cosas vacías estamos rodeados.
Ayudo a transformar caos en foco y a verbalizar lo que muchas personas aún no saben como contar. Y a quitar miedos, que no ayudan a nada. A ver, esto es mucho más fácil hacerlo para otros que hacerlo para uno mismo. Eso é asín.
¿Dónde me va a llevar todo esto? No tengo ni puta idea. Pero se que estoy donde quiero estar.
Con muchas ganas de aprender, sumar herramientas que me ayuden a ayudar mejor. No, soy coach, no tengo claro qué es eso y, en cualquier caso, no creo que pudiera hacerlo [que me han dicho que ahí no puedes dar tu opinión...]
Todos los que estamos aquí entiendo que no tenemos ninguna intención de ser normales. Queremos crear cosas, crecer y evolucionar en nuestros propios términos.
La revolución puede empezar por decir que no te pones más corbata para ir a currar, o por soltar una palabrota buena en una reunión [demasiadas pocas decimos para como está el mundo] o dar un giro radical.
Y a mi me gustaría ayudar a empezar un millón de revoluciones.
Ganas infinitas de aprender de ti, de Isra y del equipo y feliz de tomar un te [no me he tomado un café in my life] o una caña [si me esfuerzo, una Guiness también] virtual o física contigo cuando quieras.
Buena semana.